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El debate sobre la censura de pezones en Instagram: ¿Un problema de doble moral?

El debate sobre la censura de pezones en Instagram: ¿Un problema de doble moral?

Lorenzo Irrazabal | 16/03/2023

Con el paso del tiempo, las redes sociales han adquirido un papel fundamental en la difusión de información, en la manera en que percibimos al mundo y a las personas que nos rodean. Sin embargo, también han sido el escenario de prácticas de censura que atentan contra la libertad de expresión y la diversidad.

Uno de los ejemplos más claros es la prohibición de los pezones por parte de la red social Instagram. Es importante aclarar que esta política no es universal y que existen ciertas excepciones en las que se permite su visualización, como por ejemplo la lactancia materna. Así mismo hay que resaltar que no suele cumplirse esta salvedad y el contenido es usualmente restringido.

Aunque esta medida se justifica en nombre de la “decencia” y la “seguridad”, la realidad es que esta política representa una grave violación de los derechos civiles en línea. ¿Es el cuerpo humano algo que debe ser censurado? Y si es así, ¿quién decide qué partes son aceptables y cuáles no?

¿Censura o protección?

Instagram ha sido tema de discusión y debate entre activistas y organizaciones de la sociedad civil por sus controversiales políticas de censura corporal, más específicamente con los pezones femeninos. En la actualidad son considerados como “contenido inapropiado” y su exhibición es restringida o incluso eliminada de la plataforma, no siempre, pero suele suceder. Esta práctica discriminatoria y sexista, atenta contra el derecho a la igualdad y la diversidad en los entornos digitales.

La actriz y activista Scout Willis ha sido una de las figuras más destacadas en la lucha contra la censura de los pezones en la plataforma. En 2014, Willis publicó una fotografía en Instagram en la que aparecía caminando por las calles de New York sin camisa. La imagen fue eliminada, lo que llevó a la influencer a iniciar una campaña para concientizar sobre la discriminación que sufrían las mujeres en los espacios virtuales. En una carta abierta afirmó: “La censura de los pezones es una forma de violencia contra las mujeres, que perpetúa los estereotipos de género y limita la libertad de expresión”.

Sin ir más lejos, en 2019, la fotógrafa chilena Marcela Cerda publicó una serie de fotografías de mujeres amamantando, en el marco de una exposición llamada “Lactancia Libre”. Sin embargo, la plataforma eliminó varias de las imágenes por mostrar pezones femeninos, aunque estos eran utilizados en un contexto de militancia por el acceso a la salud pública y con fines educativos. De una forma directa o indirecta, estos ideales perpetúan la idea de que el cuerpo femenino es “inapropiado” y “vergonzoso”, algo que debe ser ocultado.

Esta clase de política empresarial puede parecer trivial para algunas personas, pero para muchas otras tiene un impacto real y negativo en su vida cotidiana, evidencia la necesidad de que las redes sociales ajusten sus normas a un contexto y realidad de cuerpos diversos que existen en la sociedad.

Educación y transparencia: claves para garantizar los derechos humanos en línea

Es de suma importancia destacar la relevancia de la educación y concientización en torno a la libertad de expresión y los derechos humanos en línea. La persistencia de estereotipos alrededor de la sexualidad y el cuerpo humano es uno de los principales motivos detrás de las políticas de censura discriminatorias que vemos en las redes sociales. Por ello, es fundamental trabajar en la desnaturalización de estos prejuicios, respetar las diferencias culturales, éticas, de género y de orientación sexual, entre otras, y fomentar una cultura de respeto y tolerancia.

Asimismo, es necesario que estas normas sean transparentes y consistentes, buscando mecanismos de apelación para los usuarios que sienten que sus derechos han sido vulnerados. 

La lucha por la libertad de expresión es un desafío colectivo y requiere de la colaboración y compromiso de diferentes actores, incluyendo a las empresas, la sociedad civil y los propios consumidores de las plataformas digitales. Solo así podremos construir una sociedad más justa y equitativa en línea y fuera de ella.

¿Por qué nos interesa?

Esto es solo la punta del iceberg en un problema más grande. Es importante seguir impulsando a las empresas a reforzar el compromiso con la protección de los derechos humanos en los entornos digitales. Debemos recordar que la tecnología y las redes sociales han transformado la forma en que nos comunicamos y accedemos a la información, y con ello, han surgido nuevos desafíos que deben ser abordados de manera efectiva.

Velar por los derechos humanos no debe ser un compromiso opcional.